Para centrar al lector en la obra, hemos realizado este breve esbozo que contiene a grandes rasgos los sucesos y personajes fundamentales de la obra:
Fermín es un personaje que hace parte de la contradicción. El es propietario de la mina Apark’ora y quiere explorarla, sin compartir nada con una compañía multinacional llamada Wisther.
Fermín Aragón es el hombre que posibilita la entrada del capitalismo en la tranquila y mística Villa San Pedro, y cambia los destinos de todos los habitantes de la zona. Bruno Aragón es el señor hacendado de tipo tradicional, que siente una gran responsabilidad por la conducta y la salvación de sus colonos indios. Se opone a la ambición y al deseo de lucro que dirigen las acciones de su propio y ambicioso hermano.
Bruno esta convencido de que la ambición convierte a los hombres en seres egoístas, sin cultura y les hace olvidarse de los demás y de sus raíces indias y terminan perdiendo su alma. Por esa razón evita a toda costa que los colonos indios sientan tentación por el dinero. Es en este momento que entra el héroe, que referiremos mas adelante, Demetrio Rendón Willka, quien simboliza la alternativa india para resolver los problemas de la sociedad, una alternativa de salvación de la opresión que ha llegado a las vidas de los indios.
En Rendón Willka se halla imbuida la idea de Arguedas de que el indígena es un ser con dignidad, capaz de ser un elemento productivo en la transformación del país, y lo pone como símbolo de libertad y emancipador de la opresión de un pueblo; es, por decirlo así, un caudillo
Rendón Willka es el “ex indio”, ósea el nativo transcultado, que ha perdido parte de su herencia cultural, pero que ha conservado sus valores tradicionales mas valiosos. Rendón Willka encarna la fraternidad entre todos los hombres, y la posibilidad de integración y liberación.
Hemos ubicado la trama de la obra de la siguiente manera:
Fermín explota la mina Apak’ora con la ayuda de 500 colonos indios enviados por su hermano bruno. De igual manera trata de obligar a los señores antiguos de San Pedro a que le vendan sus tierras de “la esmeralda”. Compra con sobornos a algunas personas dentro del grupo para que denuncien los planes de su vecinos, los antiguos propietarios se traicionan entre si, y para completar la situación caótica del pueblo, los indios de Lahuaymarca se niegan a trabajar sin sueldo, y abandonan el cabildo del pueblo ante la indignación de los señores. Fermín descubre un manto de plata muy grande dentro de la mina, y el ingeniero trata de menoscabar la posición de su patrón.
Cabrejos es un agente secreto de la compañía de wisther, y su misión es de crear dificultades a Fermín, para que el trabajo en la venta de plata se retrase, y el dueño de los yacimientos se vea obligado a venderlos a la compañía. Utiliza la ayuda del mestizo Gregorio, quien planea una estrategia. Se sirve de las creencias indígenas sobre una serpiente gigantesca, el AMARU o espíritu de la montaña, y pretende ser esa serpiente que habita dentro de los socavones del depósito minero.
Grita y asusta a los indios, creyendo que huirían de la mina, pero los colonos nativos les dan una sorpresa a Gregorio y al ingeniero Cabrejos, pues se quedan trabajando dentro de los túneles mineros venciendo su “temor mítico”. Cuando los nativos cuestionan los mitos porque estos estorban su desarrollo, ya están camino a un cambio cultural, selectivo.
A pesar de este triunfo parcial de Fermín Aragón, la compañía multinacional logra comprar a varios miembros del gobierno en Lima, y obliga a Fermín a vender la mina. La compañía consigue una orden judicial que obliga a los señores de san pedro a vender sus tierras de la branza en “La Esmeralda”. Los vecinos se niegan a venderlas, y como protesta queman el pueblo de san pedro y se marchan del lugar en derrota. Son acogidos temporalmente por una de las comunidades indígenas que les ayuda a ajustarse al cambio dignamente.
Entre tanto Bruno a tenido su momento de “iluminación” o epifanía después de matar a su amante Felisa (quien había intentado atacar a su nueva pareja), y decide dejar de practicar el sexo pecaminoso, y se une definitivamente a una mestiza, Vicenta , que será el vehiculo para su transformación. Ella espera un hijo suyo, que junto con el niño indio que le va a nacer a Rendón Willka, significan el futuro cambio para la localidad.
Bruno, redimido por el amor, se empieza a acercar a sus colonos y termina ayudando a los comuneros de Paraybamba. Esto lo lleva a enfrentarse con el cholo Cisneros y don Lucas, hacendados abusivos. Cuando llega la compañía Wisther, Bruno se culpa por haber contribuido a la explotación de la mina, y decide purificar el mundo de los que han causado la contaminación. Mata al hacendado Lucas e intenta matar a su hermano
Fermín, pero falla.
Es llevado a la cárcel y allí espera saber los resultados de las acciones de Rendón Willka, la tercera opción en la encrucijada, viaja de incógnito, (con el apoyo de don Bruno) y convence a los indios de las haciendas de que ellos son fuertes, y que deben levantarse y tomar tales propiedades.
Los nativos dan cuenta de su poder, se levantan y expulsan a sus antiguos patrones opresores, logrando así un parte de Victoria por lo menos temporal. Pero Rendón Willka es buscado y fusilado por las fuerzas del ejército. Pero el ya a cumplido su misión de despertar la conciencia de sus compañeros de cultura y a dejado abierto el camino para la liberación.
jueves, 3 de diciembre de 2009
¿POR QUÈ “TODAS LAS SANGRES”?
«En el mundo de Todas las sangres, un mal y un bien absolutos se reparten personas, instituciones y cosas de una manera tan precisa que no queda campo para la ambigüedad. Todo es claro en este mundo. Los malvados lo son no solamente para sus víctimas, los buenos; también para sí mismos. Tienen conciencia de su maldad y, al tiempo que la practican, la declaran. Todos están de acuerdo en la clasificación moral de las conductas de las personas y de las instituciones. Así, los imperialistas y los capitalistas que explotan, saquean, esquilman, engañan, roban, se confiesan ladrones, asesinos, destructores, y antipatrióticos... Los malos en la novela tienen una conciencia resplandeciente de su maldad, igual que los buenos, que saben que lo son.». (p. 265)
Arguedas defendió explícitamente —lo que podría llamarse la utopía de todas las sangres o del socialismo mágico —5 Cuando Arguedas escribió que el socialismo no mató en él lo mágico señala su adhesión al socialismo sin renunciar a la magia, tesis que tiene una potencialidad política muy grande. En la realidad objetiva del Perú de los años veinte y de los años noventa habían y hay miles de personas que tienen un discurso aparentemente radical anti-occidental y otros miles de personas con un discurso igualmente radical pero -occidental. Estas posiciones extremas reproducen en el siglo XX las tensiones profundas surgidas en el siglo XVI luego de la violentísima confrontación producida por la conquista. Es un ejemplo cabal de este fragmento dominante del Perú que no tiene simpatía alguna por los grupos étnicos del país. Arguedas no inventó literalmente a sus personajes, los tomó de la realidad objetiva, les cambió de nombre y los recreó en la trama y urdimbre de sus ficciones. Fue el primer antropólogo latinoamericano que hizo en España un trabajo de campo con el explícito propósito de buscar, entre otras cosas, cuáles de las raíces andinas y peruanas vinieron del viejo continente8. En Huancayo hizo un largo estudio de la feria dominical y de su paso por el Valle del Mantaro guardó por mucho tiempo un gran entusiasmo por los mestizos, como elementos claves del futuro peruano, en abierta contradicción con el supuesto carácter “antimestizo” de la llamada utopía arcaica. Fue a Chimbote a hacer un trabajo de campo, porque intuía que el primer puerto de harina de pescado en el mundo era la punta de lanza del cambio que el capitalismo estaba produciendo en el país.
Podríamos aventurarnos a decir de nuevo que la búsqueda continua de Arguedas con una obra como todas las sangres ha sido la superación de las dicotomías de razas en este caso, es decir, lograr ese socialismo mágico para la convivencia sin discriminación de razas o credos, solamente la búsqueda de un Perú sin deferencias. Todo esto busca lograrse fundamentalmente con un personaje maravilloso llamado Rendón Wilka; el continuo trabajo de este personaje dentro de la obra es la superación de las diferencias sin necesidad de la exclusión o de las luchas por poder.
Si es posible que circulen todas las sangres por el Perú.
Arguedas defendió explícitamente —lo que podría llamarse la utopía de todas las sangres o del socialismo mágico —5 Cuando Arguedas escribió que el socialismo no mató en él lo mágico señala su adhesión al socialismo sin renunciar a la magia, tesis que tiene una potencialidad política muy grande. En la realidad objetiva del Perú de los años veinte y de los años noventa habían y hay miles de personas que tienen un discurso aparentemente radical anti-occidental y otros miles de personas con un discurso igualmente radical pero -occidental. Estas posiciones extremas reproducen en el siglo XX las tensiones profundas surgidas en el siglo XVI luego de la violentísima confrontación producida por la conquista. Es un ejemplo cabal de este fragmento dominante del Perú que no tiene simpatía alguna por los grupos étnicos del país. Arguedas no inventó literalmente a sus personajes, los tomó de la realidad objetiva, les cambió de nombre y los recreó en la trama y urdimbre de sus ficciones. Fue el primer antropólogo latinoamericano que hizo en España un trabajo de campo con el explícito propósito de buscar, entre otras cosas, cuáles de las raíces andinas y peruanas vinieron del viejo continente8. En Huancayo hizo un largo estudio de la feria dominical y de su paso por el Valle del Mantaro guardó por mucho tiempo un gran entusiasmo por los mestizos, como elementos claves del futuro peruano, en abierta contradicción con el supuesto carácter “antimestizo” de la llamada utopía arcaica. Fue a Chimbote a hacer un trabajo de campo, porque intuía que el primer puerto de harina de pescado en el mundo era la punta de lanza del cambio que el capitalismo estaba produciendo en el país.
Podríamos aventurarnos a decir de nuevo que la búsqueda continua de Arguedas con una obra como todas las sangres ha sido la superación de las dicotomías de razas en este caso, es decir, lograr ese socialismo mágico para la convivencia sin discriminación de razas o credos, solamente la búsqueda de un Perú sin deferencias. Todo esto busca lograrse fundamentalmente con un personaje maravilloso llamado Rendón Wilka; el continuo trabajo de este personaje dentro de la obra es la superación de las diferencias sin necesidad de la exclusión o de las luchas por poder.
Si es posible que circulen todas las sangres por el Perú.
LA LUCHA DE ARGUEDAS EN TODAS LAS SANGRES;
AL PUEBLO EXCELSO DE VIETNAM
Al pueblo hermano de Vietnam, llameante. A este pueblo que, en el medio mismo del mundo, en la edad del espanto, nos hace conocer que el fuego que hizo el hombre con su mano, sigue ardiendo en el fuego de sus manos.
Cuando unas gentes, los yanquis, pretendieron inmolar en Vietnam al pueblo entero con máquinas de fuego, a fuego construidas, cuando creyeron que así podían dominar el mundo, el pueblo de Vietnam; con el sólo vigor de sus manos eternas, los ha hecho correr hasta la luna.
¡Sí hermano vietnamita! Ahora eres tú el pueblo excelso entre los pueblos del mundo.
Vietnamita, semejante mío. Recibe este polvo esencia de mi pueblo, como ofrenda. Te lo entrego, con un poco de rubor pero de pie, firme, no de rodillas.
Para siempre firme y de pie, en tu nombre
Agosto, 1969
JOSÈ MARIA ARGUEDAS
Este texto, escrito por Arguedas en 1969, demuestra cuán similares son dos pueblos unidos por una sola causa; la extirpación de las clases y la fuerza dominante estadounidense. Es un canto a la victoria y a la libertad lograda con humildad, con valor, ese mismo valor que caracteriza a los indígenas americanos, un valor que trasciende hasta llegar al punto de una visión mucho más allá de lo humano pero conservando el dolor y el sufrimiento de un pueblo humillado por la bota norteña.
En el grupo de investigadores, se decidió que era el texto perfecto para iniciar esta parte de la investigación, porque contiene esa fuerza que lo hace sostenerse y que cabe en un contexto latinoamericano actual, como se demostrará en Todas las sangres.
Es difícil enfrentar un texto como Todas las sangres, sin notar la presencia de un drama espiritual y humano desde una visión enteramente artística, aun en el abordaje de temas tan complicados como la situación indígena que se encuentra inmersa entre la superación de las dicotomías que incluyen a los grandes terratenientes norteamericanos y a los pequeños campesinos del vasto territorio peruano.
Es necesario realizar un profundo rastreo de la vida del escritor para entender el porqué de la decisión de escribir y ocuparse de temas tan poco comunes como el indigenismo en la literatura; he aquí el meollo en el que ahondaremos a grandes rasgos.
Carlos Fuentes en cierta ocasión, comentaba que era muy difícil para un escritor, escribir sin que en su pluma se filtrara la verdad y se cargara el peso de toda una cultura; decía que el escritor es la máxima representación de lo social de su cultura ante el mundo .
José Maria es el ejemplo claro de esta afirmación en el caso peruano. Arguedas cargaba un problema espiritual que nunca se desligó del drama de una sociedad que es claramente vivida en la lectura de Todas las sangres. “No nos parece que, por casualidad haya nacido en el Perú, el intérprete inmortal del dolor humano. En ninguna parte, el dolor es acaso mas hondo y diverso ni mas poderoso y fecundo que en nuestra propia patria”. Estas palabras sobre Vallejo y José María Arguedas fueron dichas por él mismo durante una entrevista, y evidencian el alto grado de un compromiso que se lleva desde la cuna y es innato a la pluma de cualquier escritor, dando cuenta además del sufrimiento que ellos sienten y representan ante la opresión y la subyugación de los mas poderosos, en este caso los yanquis, ante un pueblo culturalmente rico y místico como el pueblo peruano, que desde la colonia, pasando por la época de la República y que hoy está en la vía de la aniquilación.
Todas las sangres es la evidencia real del choque entre la cultura hispana y los incaicos; de esto surgiría lo que Juan Larco denomina como un “doloroso proceso de mestizaje” que dirige su curso y que depende, de la “extirpación” de las absolutamente todas las formas de dominación que a lo largo de la historia ha estado asechando disfrazada, a la gran cantidad de valores culturales propios de que son dueños las masas indígenas en todo el territorio peruano y por qué no, latinoamericano.
Todas las sangres se ubica precisamente en el medio de todo este proceso de la transformación de un pueblo, de una nación, que ningún otro escritor ha podido antes evidenciar de esta manera, entre ellos a Ciro Alegría, quien ha dejado un legado del tema indio con gran significación pero no al nivel de profundidad de Arguedas, en el sentido de la expresión de los conflictos entre dos culturas, entre dos lenguas. Pero ¿por qué la profundidad y la severidad de Arguedas? Porque él mismo padeció los dolores de este conflicto en su propia sangre que le marcarían a la vez el “espíritu”
Arguedas era hijo de un abogado de tes blanca y pasó años decisivos de su infancia entre los indios,
(…) por circunstancias adversas fui obligado a dormir con los domésticos indios y a hacer algunos de los trabajos de los domésticos en esa primera infancia (…) No conocí gente más sabia y fuerte. Y los describían como degenerados, torpes e impenetrables. Así son para quienes los trataron como animales durante siglos (…).
Los indios lo ampararon y le brindaron el calor de hogar que le faltaba, y él en contribución, adoptó el quechua como lengua, aunque luego fuera arrancado del seno indígena y fuese llevado a vivir entre blancos, “entre gente que no comprendo, que no quiero” . Tiempo después retornaría al mundo de la “mistis”, al mundo mágico y hostil de los indios.
De esta influencia tan claramente marcada por las costumbres y temperamentos indios, Arguedas decide escribir. Escribe desde la perspectiva india, desde abajo, con una mirada panorámica de todo lo que implica y lo que para algunos implicó ser indio; es por ello mismo y por la incipiente industria y el moderno latifundismo de corte marcadamente capitalista, que hemos escogido a Todas las sangres como la novela más ambiciosa de Arguedas en cuanto a abarcar el mundo de la miseria india, desde la colonia española, hasta la actualidad con el imperio yanqui.
Para remitirnos a Todas las sangres es necesario tener en cuenta el término “indigenismo”. En la obra se sugiere que su autor asume la defensa del indio; el narrador, denuncia el latifundio feudal que la multinacional Wisther quería imponer en toda la zona de San Pedro. por medio de su aliado Fermín (hombre con tintes de Malinche), como parte del plan expansionista de los norteamericanos. Rendón Wilka, personaje central de la obra, también denuncia a su señor el gamonal, señor de horca y cuchillo, dueño de indios y de haciendas .
Todo lo anterior ha sido profundamente marcado por la pluma crítica de José Carlos Mariátegui con tintes marxistas revolucionarios que marcó el inicio de lo que se gestaría como el “indigenismo” y que contribuyó enormemente a la escritura de carácter indigenista de Ciro Alegría y de José Maria Arguedas.
Pero si miramos más allá, Arguedas trascendió ese “indigenismo” y se ocupó de temas que abarcaron a toda la nación peruana; en Todas las sangres se incluirán blancos, negros, mulatos y mestizos : o mejor aún, el mundo del blanco, del indio, de la costa, de la sierra etc. He aquí todas las sangres, y la lucha artística de Arguedas por la superación de esas dicotomías.
Al pueblo hermano de Vietnam, llameante. A este pueblo que, en el medio mismo del mundo, en la edad del espanto, nos hace conocer que el fuego que hizo el hombre con su mano, sigue ardiendo en el fuego de sus manos.
Cuando unas gentes, los yanquis, pretendieron inmolar en Vietnam al pueblo entero con máquinas de fuego, a fuego construidas, cuando creyeron que así podían dominar el mundo, el pueblo de Vietnam; con el sólo vigor de sus manos eternas, los ha hecho correr hasta la luna.
¡Sí hermano vietnamita! Ahora eres tú el pueblo excelso entre los pueblos del mundo.
Vietnamita, semejante mío. Recibe este polvo esencia de mi pueblo, como ofrenda. Te lo entrego, con un poco de rubor pero de pie, firme, no de rodillas.
Para siempre firme y de pie, en tu nombre
Agosto, 1969
JOSÈ MARIA ARGUEDAS
Este texto, escrito por Arguedas en 1969, demuestra cuán similares son dos pueblos unidos por una sola causa; la extirpación de las clases y la fuerza dominante estadounidense. Es un canto a la victoria y a la libertad lograda con humildad, con valor, ese mismo valor que caracteriza a los indígenas americanos, un valor que trasciende hasta llegar al punto de una visión mucho más allá de lo humano pero conservando el dolor y el sufrimiento de un pueblo humillado por la bota norteña.
En el grupo de investigadores, se decidió que era el texto perfecto para iniciar esta parte de la investigación, porque contiene esa fuerza que lo hace sostenerse y que cabe en un contexto latinoamericano actual, como se demostrará en Todas las sangres.
Es difícil enfrentar un texto como Todas las sangres, sin notar la presencia de un drama espiritual y humano desde una visión enteramente artística, aun en el abordaje de temas tan complicados como la situación indígena que se encuentra inmersa entre la superación de las dicotomías que incluyen a los grandes terratenientes norteamericanos y a los pequeños campesinos del vasto territorio peruano.
Es necesario realizar un profundo rastreo de la vida del escritor para entender el porqué de la decisión de escribir y ocuparse de temas tan poco comunes como el indigenismo en la literatura; he aquí el meollo en el que ahondaremos a grandes rasgos.
Carlos Fuentes en cierta ocasión, comentaba que era muy difícil para un escritor, escribir sin que en su pluma se filtrara la verdad y se cargara el peso de toda una cultura; decía que el escritor es la máxima representación de lo social de su cultura ante el mundo .
José Maria es el ejemplo claro de esta afirmación en el caso peruano. Arguedas cargaba un problema espiritual que nunca se desligó del drama de una sociedad que es claramente vivida en la lectura de Todas las sangres. “No nos parece que, por casualidad haya nacido en el Perú, el intérprete inmortal del dolor humano. En ninguna parte, el dolor es acaso mas hondo y diverso ni mas poderoso y fecundo que en nuestra propia patria”. Estas palabras sobre Vallejo y José María Arguedas fueron dichas por él mismo durante una entrevista, y evidencian el alto grado de un compromiso que se lleva desde la cuna y es innato a la pluma de cualquier escritor, dando cuenta además del sufrimiento que ellos sienten y representan ante la opresión y la subyugación de los mas poderosos, en este caso los yanquis, ante un pueblo culturalmente rico y místico como el pueblo peruano, que desde la colonia, pasando por la época de la República y que hoy está en la vía de la aniquilación.
Todas las sangres es la evidencia real del choque entre la cultura hispana y los incaicos; de esto surgiría lo que Juan Larco denomina como un “doloroso proceso de mestizaje” que dirige su curso y que depende, de la “extirpación” de las absolutamente todas las formas de dominación que a lo largo de la historia ha estado asechando disfrazada, a la gran cantidad de valores culturales propios de que son dueños las masas indígenas en todo el territorio peruano y por qué no, latinoamericano.
Todas las sangres se ubica precisamente en el medio de todo este proceso de la transformación de un pueblo, de una nación, que ningún otro escritor ha podido antes evidenciar de esta manera, entre ellos a Ciro Alegría, quien ha dejado un legado del tema indio con gran significación pero no al nivel de profundidad de Arguedas, en el sentido de la expresión de los conflictos entre dos culturas, entre dos lenguas. Pero ¿por qué la profundidad y la severidad de Arguedas? Porque él mismo padeció los dolores de este conflicto en su propia sangre que le marcarían a la vez el “espíritu”
Arguedas era hijo de un abogado de tes blanca y pasó años decisivos de su infancia entre los indios,
(…) por circunstancias adversas fui obligado a dormir con los domésticos indios y a hacer algunos de los trabajos de los domésticos en esa primera infancia (…) No conocí gente más sabia y fuerte. Y los describían como degenerados, torpes e impenetrables. Así son para quienes los trataron como animales durante siglos (…).
Los indios lo ampararon y le brindaron el calor de hogar que le faltaba, y él en contribución, adoptó el quechua como lengua, aunque luego fuera arrancado del seno indígena y fuese llevado a vivir entre blancos, “entre gente que no comprendo, que no quiero” . Tiempo después retornaría al mundo de la “mistis”, al mundo mágico y hostil de los indios.
De esta influencia tan claramente marcada por las costumbres y temperamentos indios, Arguedas decide escribir. Escribe desde la perspectiva india, desde abajo, con una mirada panorámica de todo lo que implica y lo que para algunos implicó ser indio; es por ello mismo y por la incipiente industria y el moderno latifundismo de corte marcadamente capitalista, que hemos escogido a Todas las sangres como la novela más ambiciosa de Arguedas en cuanto a abarcar el mundo de la miseria india, desde la colonia española, hasta la actualidad con el imperio yanqui.
Para remitirnos a Todas las sangres es necesario tener en cuenta el término “indigenismo”. En la obra se sugiere que su autor asume la defensa del indio; el narrador, denuncia el latifundio feudal que la multinacional Wisther quería imponer en toda la zona de San Pedro. por medio de su aliado Fermín (hombre con tintes de Malinche), como parte del plan expansionista de los norteamericanos. Rendón Wilka, personaje central de la obra, también denuncia a su señor el gamonal, señor de horca y cuchillo, dueño de indios y de haciendas .
Todo lo anterior ha sido profundamente marcado por la pluma crítica de José Carlos Mariátegui con tintes marxistas revolucionarios que marcó el inicio de lo que se gestaría como el “indigenismo” y que contribuyó enormemente a la escritura de carácter indigenista de Ciro Alegría y de José Maria Arguedas.
Pero si miramos más allá, Arguedas trascendió ese “indigenismo” y se ocupó de temas que abarcaron a toda la nación peruana; en Todas las sangres se incluirán blancos, negros, mulatos y mestizos : o mejor aún, el mundo del blanco, del indio, de la costa, de la sierra etc. He aquí todas las sangres, y la lucha artística de Arguedas por la superación de esas dicotomías.
RENDÒN WILKA, EL HÉROE REVOLUCIONARIO
Gracias a Arguedas hemos podido conocer la “mistis” que encierran todas las cuestiones indígenas. Todas las sangres será nuestro fuerte para aproximarnos a una visión heroica del héroe civilizador que en esta obra está representado principalmente por un personaje: Rendón Wilka.
En la obra de Arguedas, la voz del indio está enmarcada básicamente en expresiones hacia la naturaleza que se ponen en manifiesto en los cantos y rituales.
Cornejo Polar dice:"en esta novela los personajes acuden constantemente a la palabra" , el constante uso polifónico, pero ahora la que nos interesa es la del indio Rendón Wilka, aunque también resaltar la de Kurku Gertrudis como voces que dentro de Todas las sangres hablan y cantan.
Como ya hemos referido en el escrito “Canto de denuncia”, en Todas las sangres se han superado algunas dicotomías que abarcan ámbitos como indio/blanco, costa/sierra, que no hubiesen sido posibles sin la intervención directa de las masas indígenas a cuyo frente se pone el “héroe de proyecciones míticas” Rendón Wilka. Rendón Wilka es indio, pero ha internalizado rasgos culturales de los blancos, por lo tanto no es un “indio puro incontaminado” como señala Larco. Wilka se ha instruido, ha participado activamente en contiendas políticas, se ha transformado en otro ser pero sin dejar de lado sus raíces indias, aliándose así con Don Bruno para luchar en contra de Fermín, máximo representante de los intereses capitalistas que amenaza con la destrucción del viejo orden señorial que a su vez afecta la espiritualidad india. La misión de Wilka es ambiciosa y fructuosa, no va proyectada hacia la recuperación de un pasado perdido por la conquista y la violación sino que va hacia la instauración de un nuevo orden que suprima para siempre que el Perú sea el callejón de todos los extranjeros, es decir, su lucha va encaminada a que el Perú no sea un país con todas las sangres. De el por qué del nombre de lo obra nos ocuparemos más adelante.
Por otra parte y siguiendo con el orden, podríamos atrevernos a decir que José Maria Arguedas plasma un personaje que se asemeja mucho a su vida en Todas las sangres, es decir, es un personaje autobiográfico este Rendón Wilka. Veamos:
TGE- José María, tú eres el niño de Agua, el adolescente de Los ríos Profundos, ¿eres también, el adulto Rendón Wilka de Todas las sangres?
-Oye sì (…) Rendón Wilka aparece como un comunero que vivió muchos años en Lima dedicado a aprender de todo, especialmente de cuanto escuchó a los políticos de izquierda. Aprendió que Dios no existe, ningún dios. ¿Por qué no podía haber descubierto que lo natural para un comunero es apoyar a un empresario peruano contra un consorcio extranjero? Este es un caso claro y simple, quizá bastante más para la mentalidad de un comunero que en su niñez fue azotado por atreverse a asistir a una escuela oficial, que para un altísimo poeta urbano pleno de amor hacia los que sufren (…)
Tenemos en frente el gran ejemplo de Rendón Wilka, que siendo indio adopta el lenguaje del blanco, cosa contraria de lo que hace Arguedas, quien adopta el Quechua como lengua y la ejerce fervorosamente. Son dos historias similares las que se presentan en la vida de Rendón y la de Arguedas, tanto por las circunstancias en las dificultades vividas como por la incansable lucha que tuvieron a favor de la defensa indígena, a favor de la defensa de su pueblo, y por así decirlo, cabría resaltarlos y catalogarlos como los caudillos revolucionarios de un pueblo sin voz.
Frente al intento de Rendón Wilka por la superación académica, la comunidad del blanco reacciona.
- A, Bi, Ci, Chi, Di, Ifi... le gritaron en coro varios muchachos.
Se reían delante de él
- Otra, de verlo engrandecido por la posibilidad de su palabra. No cabe duda. Crece mientras habla, (p. 289)
La posibilidad de Rendón Wilka no es solo expresarse en español. Es la posibilidad de su habla. De su deseo de expresar y de atreverse a hacerlo de una manera crítica.
En otros textos como por ejemplo Los ríos profundos, vemos que en la mayoría de los casos, ante la posibilidad del lenguaje, el indio sólo opta por ocultarse ante esa posibilidad de dialogo. En Todas las sangres Rendón Wilka, se atreve
a hablar.
...Rendón expuso el plan de trabajo a los "colonos", y dijo
en su quechua formidable que eres bella y que duermas
Tranquila, (p. 103).
En otros campos temáticos, en diálogo con Matilde, Rendón Wilka deja al descubierto la capacidad afectiva y la ternura que nace desde sus raíces y su universo indígena.
Rendón, con su expresión al dirigirse a Matilde fusiona la imagen de esta mujer con la naturaleza:
"Amaneceréis como la nieve de nuestras montañas, como la
flor blanca que en esas alturas crece, purísima. Cuida al
Corazón del señor. Que no mate a nadie sin que sea
necesario, (p. 103)
Rendón es capaz de expresarse y de percibir el lenguaje tanto en quechua como en español y de exponer a través de un lengua que no es la suya, las posibilidades expresivas de la mistis de su mundo.
—Gracias, Rendón, por tu hermosa y certera palabra, (p.103).
"A través de mi infancia —señala Arguedas— sólo aprendí a temer o a adorar a la mujer"
Ya vamos viendo aquí también cómo Wilka y Arguedas se asemejan.
El esplendor de Wilka en su palabra también lo nota Bruno, al catalogarlo, como un discurso divino.
Tu castellano es como de... no, no es de cholo; es de otra clase, hablas como que nuestro Niño Dios se regocijara por tu boca.
Castellano bárbaro, pero claro, Demetrio... (p.314).
En Rendón, la palabra lo distingue del resto de los indígenas, poder hablar otra lengua, expresar, es poder significar, es Poder.
Wilka logra “ser” por el hecho de expresarse de voz a voz ya como indagación a su capacidad para ejercer un control, ya como el reconocimiento a una labor desempeñada o por desempeñar, o sea, la labor de emancipar a su pueblo del yugo capitalista.
En la obra de Arguedas, la voz del indio está enmarcada básicamente en expresiones hacia la naturaleza que se ponen en manifiesto en los cantos y rituales.
Cornejo Polar dice:"en esta novela los personajes acuden constantemente a la palabra" , el constante uso polifónico, pero ahora la que nos interesa es la del indio Rendón Wilka, aunque también resaltar la de Kurku Gertrudis como voces que dentro de Todas las sangres hablan y cantan.
Como ya hemos referido en el escrito “Canto de denuncia”, en Todas las sangres se han superado algunas dicotomías que abarcan ámbitos como indio/blanco, costa/sierra, que no hubiesen sido posibles sin la intervención directa de las masas indígenas a cuyo frente se pone el “héroe de proyecciones míticas” Rendón Wilka. Rendón Wilka es indio, pero ha internalizado rasgos culturales de los blancos, por lo tanto no es un “indio puro incontaminado” como señala Larco. Wilka se ha instruido, ha participado activamente en contiendas políticas, se ha transformado en otro ser pero sin dejar de lado sus raíces indias, aliándose así con Don Bruno para luchar en contra de Fermín, máximo representante de los intereses capitalistas que amenaza con la destrucción del viejo orden señorial que a su vez afecta la espiritualidad india. La misión de Wilka es ambiciosa y fructuosa, no va proyectada hacia la recuperación de un pasado perdido por la conquista y la violación sino que va hacia la instauración de un nuevo orden que suprima para siempre que el Perú sea el callejón de todos los extranjeros, es decir, su lucha va encaminada a que el Perú no sea un país con todas las sangres. De el por qué del nombre de lo obra nos ocuparemos más adelante.
Por otra parte y siguiendo con el orden, podríamos atrevernos a decir que José Maria Arguedas plasma un personaje que se asemeja mucho a su vida en Todas las sangres, es decir, es un personaje autobiográfico este Rendón Wilka. Veamos:
TGE- José María, tú eres el niño de Agua, el adolescente de Los ríos Profundos, ¿eres también, el adulto Rendón Wilka de Todas las sangres?
-Oye sì (…) Rendón Wilka aparece como un comunero que vivió muchos años en Lima dedicado a aprender de todo, especialmente de cuanto escuchó a los políticos de izquierda. Aprendió que Dios no existe, ningún dios. ¿Por qué no podía haber descubierto que lo natural para un comunero es apoyar a un empresario peruano contra un consorcio extranjero? Este es un caso claro y simple, quizá bastante más para la mentalidad de un comunero que en su niñez fue azotado por atreverse a asistir a una escuela oficial, que para un altísimo poeta urbano pleno de amor hacia los que sufren (…)
Tenemos en frente el gran ejemplo de Rendón Wilka, que siendo indio adopta el lenguaje del blanco, cosa contraria de lo que hace Arguedas, quien adopta el Quechua como lengua y la ejerce fervorosamente. Son dos historias similares las que se presentan en la vida de Rendón y la de Arguedas, tanto por las circunstancias en las dificultades vividas como por la incansable lucha que tuvieron a favor de la defensa indígena, a favor de la defensa de su pueblo, y por así decirlo, cabría resaltarlos y catalogarlos como los caudillos revolucionarios de un pueblo sin voz.
Frente al intento de Rendón Wilka por la superación académica, la comunidad del blanco reacciona.
- A, Bi, Ci, Chi, Di, Ifi... le gritaron en coro varios muchachos.
Se reían delante de él
- Otra, de verlo engrandecido por la posibilidad de su palabra. No cabe duda. Crece mientras habla, (p. 289)
La posibilidad de Rendón Wilka no es solo expresarse en español. Es la posibilidad de su habla. De su deseo de expresar y de atreverse a hacerlo de una manera crítica.
En otros textos como por ejemplo Los ríos profundos, vemos que en la mayoría de los casos, ante la posibilidad del lenguaje, el indio sólo opta por ocultarse ante esa posibilidad de dialogo. En Todas las sangres Rendón Wilka, se atreve
a hablar.
...Rendón expuso el plan de trabajo a los "colonos", y dijo
en su quechua formidable que eres bella y que duermas
Tranquila, (p. 103).
En otros campos temáticos, en diálogo con Matilde, Rendón Wilka deja al descubierto la capacidad afectiva y la ternura que nace desde sus raíces y su universo indígena.
Rendón, con su expresión al dirigirse a Matilde fusiona la imagen de esta mujer con la naturaleza:
"Amaneceréis como la nieve de nuestras montañas, como la
flor blanca que en esas alturas crece, purísima. Cuida al
Corazón del señor. Que no mate a nadie sin que sea
necesario, (p. 103)
Rendón es capaz de expresarse y de percibir el lenguaje tanto en quechua como en español y de exponer a través de un lengua que no es la suya, las posibilidades expresivas de la mistis de su mundo.
—Gracias, Rendón, por tu hermosa y certera palabra, (p.103).
"A través de mi infancia —señala Arguedas— sólo aprendí a temer o a adorar a la mujer"
Ya vamos viendo aquí también cómo Wilka y Arguedas se asemejan.
El esplendor de Wilka en su palabra también lo nota Bruno, al catalogarlo, como un discurso divino.
Tu castellano es como de... no, no es de cholo; es de otra clase, hablas como que nuestro Niño Dios se regocijara por tu boca.
Castellano bárbaro, pero claro, Demetrio... (p.314).
En Rendón, la palabra lo distingue del resto de los indígenas, poder hablar otra lengua, expresar, es poder significar, es Poder.
Wilka logra “ser” por el hecho de expresarse de voz a voz ya como indagación a su capacidad para ejercer un control, ya como el reconocimiento a una labor desempeñada o por desempeñar, o sea, la labor de emancipar a su pueblo del yugo capitalista.
LA OTRA REALIDAD DEL ARTE
Hace algún tiempo leí un artículo escrito por aquel columnista colombiano, Antonio Caballero, que abordaba el tema del Arte contemporáneo. El artículo se llama la mano del mercado. Abordaré en este texto algunos apartes significativos que me servirán para contrastarlo con los textos de Kandinsky y Ernst Fischer.
En esta etapa de la historia, conocida como época contemporánea, la humanidad ha tenido que soportar, y a veces enfrentar, los cambios que han sufrido los bienes terrenos y por consecuencia también la “espiritualidad” del hombre. El alto costo de la vida, los desastres naturales, el calentamiento global, los medios de comunicación amarillistas y otros factores hacen que el ser humano cada día se transforme en un ser insensible e indiferente a los acontecimientos reales; es en este punto precisamente en donde se genera el meollo de la desesperación humana y en donde el Arte podría surgir como único refugio de identificación con lo realmente humano. Pero el Arte contemporáneo, en palabras de Caballero, ahora va de la mano del mercado. Si contrastamos textos como el de Kandinsky y la realidad del arte contemporáneo encontraremos palpable esa frase que todo el mundo repite pero que pocos entienden: “todo tiempo pasado fue mejor”.
La “mierda” enfrascada al vacío en latas de Atún, un ternero muerto bañado en oro, un inodoro de hielo llamado iceberg y un perro callejero amarrado a un árbol muriendo de hambre, son las “obras maestras” de un puñado de “artistas” que han revolucionado y dislocado el término Arte.
Kandinsky ya lo decía, “cualquier creación artística es hija de su tiempo y la mayoría de las veces, madre de nuestros propios sentimientos”. ¿Será que somos hijos de la “mierda” de Piero Manzoni, o somos el reflejo del descuartizamiento de Damien Hirst? (…) cada periodo cultural produce un arte que le es propio y que no puede repetirse (…) ojalá no hay en la historia otro momento como el del arte contemporáneo y se superen estas perspectivas que no tienen nada que ver con el arte del “despertar del espíritu”.
La verdadera necesidad del arte radica en que no haya una pérdida de la capacidad de asombro, de ese equilibrio sustitutivo del que habla Fischer y que no se pierda la semilla del futuro.
Hay un cuento llamado “El rey burgués” que puede sustentar más a fondo el tema del texto. Se trata de un rey que organiza multitudinarias fiestas en las que el derroche de artistas es el atractivo. El rey es un “aficionado al arte”, tengamos muy en cuenta esta frase. Este rey encuentra a un poeta en su palacio y no sabe qué hacer con él; al final decide ponerlo cerca a un estanque con una caja de música ante la atroz nieve que lo congela.
Podemos evidenciar cómo en este cuento el rey representa al espectador que ve una obra de arte y que “solo reconoce el arte de su billetera” en palabras de A. Caballero.
El arte contemporáneo y por consiguiente el espectador contemporáneo, son hostiles a que el hombre se identifique con una pintura o con una canción, le impiden ser un hombre íntegro que logre trascender mas allá de sí mismo, que se rebele ante el consumo de su vida en un sistema limitado, que sea ambicioso y “extienda” su “yo” más allá de sus propios límites de ser hombre. El hombre contemporáneo está siendo consumido por las cargas de la vida cotidiana y la insensibilidad de los seres expansionistas y el arte contemporáneo no le está brindando la libertad que necesita. El artista contemporáneo se está limitando burdamente a sentimientos como el miedo, la tristeza, la alegría y el pensamiento postmoderno en donde nada importa, sin preocuparse siquiera de encontrar el alimento espiritual o “modificar el ánimo del espectador” como dice Kandinsky.
(…) son oscuras las razones por las cuales todo movimiento progresivo y ascendente debe realizarse con el sudor de la frente, con sufrimientos, malos momentos y penas. Cuando se ha concluido una etapa se ha superado otro escollo del camino, una mano perversa e invisible arroja nuevas piedras que parecen cerrar y borrar por completo el camino por el que se andaba (…)
Los espectadores acuden a las grandes galerías para medir el arte de su billetera y derrochar el dinero en terneros muertos sin siquiera tener en cuenta un ápice de creación, ni tratar de descubrir lo que esconde; una vida entera llena de sufrimientos, de alegrías o una aproximación a lo extraterrenal… El arte es esa transformación de “la experiencia en recuerdo” según Fischer, no solo emoción, es la materialización de la objetividad pero subjetivada, es decir, es la modificación de la realidad para que el espectador encuentre un espejo de su ceguera y logre trascender su mundo que lo mantiene “hambriento” de necesidades.
(…) las distintas clases y los distintos sistemas sociales han contribuido a la formación de una ética humana universal al desarrollar su propia ética. El concepto de libertad corresponde siempre a las condiciones y objetivos de una clase o de un sistema social, pero tiende a convertirse en una idea general, omnicomprensiva (…)
A lo largo de la historia de la humanidad, desde las cavernas hasta la contemporaneidad, el hombre es el modificador y dueño de su realidad que influirá directamente sobre los demás o sobre él mismo. Los diferentes estados sociales del hombre son los que lo han obligado a cambiar su conducta como producto de las necesidades que imperan en cada época.
Los primeros hombres modificaron el mundo con el descubrimiento del fuego, la utilización de un brazo o tronco largo para alcanzar los alimentos más altos y por el desarrollo del dedo pulgar que le permitía agarrar cosas desarrollando así su cerebro.
El hombre de hoy es igual: está lleno de necesidades pero no encuentra esa magia que lo haga asimilar el universo de otra forma, y se queda estancado entre las paredes del consumo y el capitalismo hostil al arte. Se podría decir que el hombre de hoy tiene las mismas necesidades del hombre primitivo, pero ahora la cuestión es que necesita satisfacer necesidades espirituales, y todavía no encuentra el camino.
El ser humano y el artista contemporáneo es facilista, no le preocupa el establecer diferencias entre esta realidad y la otra por medio del arte, no recurre a la mente como el nacimiento de conciencia y desarrollo principal de la creación del hombre.
Como ya dijimos al principio del texto, el arte es hija de su época, y esta época, la época contemporánea está teniendo “abortos artísticos”. Quisiéramos que esta etapa concordase con la concepción de Fischer con respecto a los instrumentos primeros del hombre: “deben aprender a utilizarlos con la experiencia, con la prueba y el error”. Ojalá el arte de Hirst y Piero Manzoni sean solo los primerísimos y prematuros intentos de arte, como lo fue para nuestros antepasados aprender a utilizar una vara para bajar un fruto.
GELKIN ARMANDO CHAMBO RUIZ Cód. 2005201801
En esta etapa de la historia, conocida como época contemporánea, la humanidad ha tenido que soportar, y a veces enfrentar, los cambios que han sufrido los bienes terrenos y por consecuencia también la “espiritualidad” del hombre. El alto costo de la vida, los desastres naturales, el calentamiento global, los medios de comunicación amarillistas y otros factores hacen que el ser humano cada día se transforme en un ser insensible e indiferente a los acontecimientos reales; es en este punto precisamente en donde se genera el meollo de la desesperación humana y en donde el Arte podría surgir como único refugio de identificación con lo realmente humano. Pero el Arte contemporáneo, en palabras de Caballero, ahora va de la mano del mercado. Si contrastamos textos como el de Kandinsky y la realidad del arte contemporáneo encontraremos palpable esa frase que todo el mundo repite pero que pocos entienden: “todo tiempo pasado fue mejor”.
La “mierda” enfrascada al vacío en latas de Atún, un ternero muerto bañado en oro, un inodoro de hielo llamado iceberg y un perro callejero amarrado a un árbol muriendo de hambre, son las “obras maestras” de un puñado de “artistas” que han revolucionado y dislocado el término Arte.
Kandinsky ya lo decía, “cualquier creación artística es hija de su tiempo y la mayoría de las veces, madre de nuestros propios sentimientos”. ¿Será que somos hijos de la “mierda” de Piero Manzoni, o somos el reflejo del descuartizamiento de Damien Hirst? (…) cada periodo cultural produce un arte que le es propio y que no puede repetirse (…) ojalá no hay en la historia otro momento como el del arte contemporáneo y se superen estas perspectivas que no tienen nada que ver con el arte del “despertar del espíritu”.
La verdadera necesidad del arte radica en que no haya una pérdida de la capacidad de asombro, de ese equilibrio sustitutivo del que habla Fischer y que no se pierda la semilla del futuro.
Hay un cuento llamado “El rey burgués” que puede sustentar más a fondo el tema del texto. Se trata de un rey que organiza multitudinarias fiestas en las que el derroche de artistas es el atractivo. El rey es un “aficionado al arte”, tengamos muy en cuenta esta frase. Este rey encuentra a un poeta en su palacio y no sabe qué hacer con él; al final decide ponerlo cerca a un estanque con una caja de música ante la atroz nieve que lo congela.
Podemos evidenciar cómo en este cuento el rey representa al espectador que ve una obra de arte y que “solo reconoce el arte de su billetera” en palabras de A. Caballero.
El arte contemporáneo y por consiguiente el espectador contemporáneo, son hostiles a que el hombre se identifique con una pintura o con una canción, le impiden ser un hombre íntegro que logre trascender mas allá de sí mismo, que se rebele ante el consumo de su vida en un sistema limitado, que sea ambicioso y “extienda” su “yo” más allá de sus propios límites de ser hombre. El hombre contemporáneo está siendo consumido por las cargas de la vida cotidiana y la insensibilidad de los seres expansionistas y el arte contemporáneo no le está brindando la libertad que necesita. El artista contemporáneo se está limitando burdamente a sentimientos como el miedo, la tristeza, la alegría y el pensamiento postmoderno en donde nada importa, sin preocuparse siquiera de encontrar el alimento espiritual o “modificar el ánimo del espectador” como dice Kandinsky.
(…) son oscuras las razones por las cuales todo movimiento progresivo y ascendente debe realizarse con el sudor de la frente, con sufrimientos, malos momentos y penas. Cuando se ha concluido una etapa se ha superado otro escollo del camino, una mano perversa e invisible arroja nuevas piedras que parecen cerrar y borrar por completo el camino por el que se andaba (…)
Los espectadores acuden a las grandes galerías para medir el arte de su billetera y derrochar el dinero en terneros muertos sin siquiera tener en cuenta un ápice de creación, ni tratar de descubrir lo que esconde; una vida entera llena de sufrimientos, de alegrías o una aproximación a lo extraterrenal… El arte es esa transformación de “la experiencia en recuerdo” según Fischer, no solo emoción, es la materialización de la objetividad pero subjetivada, es decir, es la modificación de la realidad para que el espectador encuentre un espejo de su ceguera y logre trascender su mundo que lo mantiene “hambriento” de necesidades.
(…) las distintas clases y los distintos sistemas sociales han contribuido a la formación de una ética humana universal al desarrollar su propia ética. El concepto de libertad corresponde siempre a las condiciones y objetivos de una clase o de un sistema social, pero tiende a convertirse en una idea general, omnicomprensiva (…)
A lo largo de la historia de la humanidad, desde las cavernas hasta la contemporaneidad, el hombre es el modificador y dueño de su realidad que influirá directamente sobre los demás o sobre él mismo. Los diferentes estados sociales del hombre son los que lo han obligado a cambiar su conducta como producto de las necesidades que imperan en cada época.
Los primeros hombres modificaron el mundo con el descubrimiento del fuego, la utilización de un brazo o tronco largo para alcanzar los alimentos más altos y por el desarrollo del dedo pulgar que le permitía agarrar cosas desarrollando así su cerebro.
El hombre de hoy es igual: está lleno de necesidades pero no encuentra esa magia que lo haga asimilar el universo de otra forma, y se queda estancado entre las paredes del consumo y el capitalismo hostil al arte. Se podría decir que el hombre de hoy tiene las mismas necesidades del hombre primitivo, pero ahora la cuestión es que necesita satisfacer necesidades espirituales, y todavía no encuentra el camino.
El ser humano y el artista contemporáneo es facilista, no le preocupa el establecer diferencias entre esta realidad y la otra por medio del arte, no recurre a la mente como el nacimiento de conciencia y desarrollo principal de la creación del hombre.
Como ya dijimos al principio del texto, el arte es hija de su época, y esta época, la época contemporánea está teniendo “abortos artísticos”. Quisiéramos que esta etapa concordase con la concepción de Fischer con respecto a los instrumentos primeros del hombre: “deben aprender a utilizarlos con la experiencia, con la prueba y el error”. Ojalá el arte de Hirst y Piero Manzoni sean solo los primerísimos y prematuros intentos de arte, como lo fue para nuestros antepasados aprender a utilizar una vara para bajar un fruto.
GELKIN ARMANDO CHAMBO RUIZ Cód. 2005201801
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