Gracias a Arguedas hemos podido conocer la “mistis” que encierran todas las cuestiones indígenas. Todas las sangres será nuestro fuerte para aproximarnos a una visión heroica del héroe civilizador que en esta obra está representado principalmente por un personaje: Rendón Wilka.
En la obra de Arguedas, la voz del indio está enmarcada básicamente en expresiones hacia la naturaleza que se ponen en manifiesto en los cantos y rituales.
Cornejo Polar dice:"en esta novela los personajes acuden constantemente a la palabra" , el constante uso polifónico, pero ahora la que nos interesa es la del indio Rendón Wilka, aunque también resaltar la de Kurku Gertrudis como voces que dentro de Todas las sangres hablan y cantan.
Como ya hemos referido en el escrito “Canto de denuncia”, en Todas las sangres se han superado algunas dicotomías que abarcan ámbitos como indio/blanco, costa/sierra, que no hubiesen sido posibles sin la intervención directa de las masas indígenas a cuyo frente se pone el “héroe de proyecciones míticas” Rendón Wilka. Rendón Wilka es indio, pero ha internalizado rasgos culturales de los blancos, por lo tanto no es un “indio puro incontaminado” como señala Larco. Wilka se ha instruido, ha participado activamente en contiendas políticas, se ha transformado en otro ser pero sin dejar de lado sus raíces indias, aliándose así con Don Bruno para luchar en contra de Fermín, máximo representante de los intereses capitalistas que amenaza con la destrucción del viejo orden señorial que a su vez afecta la espiritualidad india. La misión de Wilka es ambiciosa y fructuosa, no va proyectada hacia la recuperación de un pasado perdido por la conquista y la violación sino que va hacia la instauración de un nuevo orden que suprima para siempre que el Perú sea el callejón de todos los extranjeros, es decir, su lucha va encaminada a que el Perú no sea un país con todas las sangres. De el por qué del nombre de lo obra nos ocuparemos más adelante.
Por otra parte y siguiendo con el orden, podríamos atrevernos a decir que José Maria Arguedas plasma un personaje que se asemeja mucho a su vida en Todas las sangres, es decir, es un personaje autobiográfico este Rendón Wilka. Veamos:
TGE- José María, tú eres el niño de Agua, el adolescente de Los ríos Profundos, ¿eres también, el adulto Rendón Wilka de Todas las sangres?
-Oye sì (…) Rendón Wilka aparece como un comunero que vivió muchos años en Lima dedicado a aprender de todo, especialmente de cuanto escuchó a los políticos de izquierda. Aprendió que Dios no existe, ningún dios. ¿Por qué no podía haber descubierto que lo natural para un comunero es apoyar a un empresario peruano contra un consorcio extranjero? Este es un caso claro y simple, quizá bastante más para la mentalidad de un comunero que en su niñez fue azotado por atreverse a asistir a una escuela oficial, que para un altísimo poeta urbano pleno de amor hacia los que sufren (…)
Tenemos en frente el gran ejemplo de Rendón Wilka, que siendo indio adopta el lenguaje del blanco, cosa contraria de lo que hace Arguedas, quien adopta el Quechua como lengua y la ejerce fervorosamente. Son dos historias similares las que se presentan en la vida de Rendón y la de Arguedas, tanto por las circunstancias en las dificultades vividas como por la incansable lucha que tuvieron a favor de la defensa indígena, a favor de la defensa de su pueblo, y por así decirlo, cabría resaltarlos y catalogarlos como los caudillos revolucionarios de un pueblo sin voz.
Frente al intento de Rendón Wilka por la superación académica, la comunidad del blanco reacciona.
- A, Bi, Ci, Chi, Di, Ifi... le gritaron en coro varios muchachos.
Se reían delante de él
- Otra, de verlo engrandecido por la posibilidad de su palabra. No cabe duda. Crece mientras habla, (p. 289)
La posibilidad de Rendón Wilka no es solo expresarse en español. Es la posibilidad de su habla. De su deseo de expresar y de atreverse a hacerlo de una manera crítica.
En otros textos como por ejemplo Los ríos profundos, vemos que en la mayoría de los casos, ante la posibilidad del lenguaje, el indio sólo opta por ocultarse ante esa posibilidad de dialogo. En Todas las sangres Rendón Wilka, se atreve
a hablar.
...Rendón expuso el plan de trabajo a los "colonos", y dijo
en su quechua formidable que eres bella y que duermas
Tranquila, (p. 103).
En otros campos temáticos, en diálogo con Matilde, Rendón Wilka deja al descubierto la capacidad afectiva y la ternura que nace desde sus raíces y su universo indígena.
Rendón, con su expresión al dirigirse a Matilde fusiona la imagen de esta mujer con la naturaleza:
"Amaneceréis como la nieve de nuestras montañas, como la
flor blanca que en esas alturas crece, purísima. Cuida al
Corazón del señor. Que no mate a nadie sin que sea
necesario, (p. 103)
Rendón es capaz de expresarse y de percibir el lenguaje tanto en quechua como en español y de exponer a través de un lengua que no es la suya, las posibilidades expresivas de la mistis de su mundo.
—Gracias, Rendón, por tu hermosa y certera palabra, (p.103).
"A través de mi infancia —señala Arguedas— sólo aprendí a temer o a adorar a la mujer"
Ya vamos viendo aquí también cómo Wilka y Arguedas se asemejan.
El esplendor de Wilka en su palabra también lo nota Bruno, al catalogarlo, como un discurso divino.
Tu castellano es como de... no, no es de cholo; es de otra clase, hablas como que nuestro Niño Dios se regocijara por tu boca.
Castellano bárbaro, pero claro, Demetrio... (p.314).
En Rendón, la palabra lo distingue del resto de los indígenas, poder hablar otra lengua, expresar, es poder significar, es Poder.
Wilka logra “ser” por el hecho de expresarse de voz a voz ya como indagación a su capacidad para ejercer un control, ya como el reconocimiento a una labor desempeñada o por desempeñar, o sea, la labor de emancipar a su pueblo del yugo capitalista.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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